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IVÁN DUQUE VERGÜENZA DE LA MAYORÍA DE SUS ELECTORES

  • Foto del escritor: Revista Caribe
    Revista Caribe
  • 20 ago 2018
  • 5 Min. de lectura

El Sentimiento humillante de pérdida de dignidad experimentada por los electores de clase media que votaron por “Duque”, ya se siente en Colombia, como consecuencia de la falta cometida por el ministro de hacienda Alberto Carrasquilla, durante la instalación del congreso de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) celebrado en el mes de agosto del 2018 y por el anuncio del propio presidente “Duque” de que se encuentra estudiando una terna del partido conservador para nombrar nuevamente un alcalde en Cartagena.


No ha pasado un mes desde la posesión del nuevo presidente “Uribista” Iván Duque, y ya ha dado múltiples motivos para ser criticado, reproches que están justificados en las claras incoherencias con las que está procediendo en su mandato de pocos días, por lo que se evidencia el incumplimiento inminente de algunas de las propuestas que fueron bandera de su campaña electoral y que ahora se vislumbran como mentiras.


El ministro estrella de “Duque”, Alberto Carrasquilla, presentó las perspectivas económicas del gobierno y en qué consistiría la nueva reforma tributaria que presentaría al Congreso en los próximos días y lo cual no es otra cosa que un “bombazo” al bolsillo de los Colombianos de “a pie”, que afecta de manera negativa a la clase trabajadora, a esa que pertenecemos la mayoría de los Colombianos de clase media.


“En Colombia somos muy distintos al resto del mundo en el frente de la tributación de renta, nosotros obtenemos los recursos del impuesto de renta en 85% de las arcas de las empresas y en 15% de las personas naturales. En el resto del mundo la proporción es mucho más equilibrada y en los países más avanzados la proporción es contraria”, explicó el encargado de las finanzas públicas desde Cartagena.


Para que el próximo gobierno reduzca sus números rojos y pueda cumplir con holgura con la regla fiscal, que intenta bajar el déficit total del actual 3% del PIB a un 1% que converja con el estructural a partir de 2027, los analistas y entidades financieras han puesto sobre la mesa la necesidad de implementar otra reforma tributaria en los primeros 100 días del nuevo mandato.


Esta estaría liderada de nuevo por “Carrasquilla” al frente de la cartera de Hacienda, que para no fallar a la tradición se estrenaría con una reforma tributaria. De hecho, según se murmura en los pasillos de la Cámara de Representantes, la radicación de esta iniciativa no se haría esperar ni un solo minuto, ya que el presidente número 60 de Colombia para el periodo 2018-2022, y su ministro estrella, tienen su propia versión de la Tributaria Estructural 2.0.


Esta sería la oportunidad del economista “Carrasquilla”, de 59 años de edad, de sacar adelante la reforma tributaria de carácter estructural que tenía lista en 2004 pero que le fue imposible radicar en el gobierno de Álvaro Uribe por las constantes presiones sectoriales.


De acuerdo con los reportes de aquella época, entre los lineamientos principales de la propuesta destacaban la eliminación de los tratamientos diferenciales de las exenciones o deducciones, la simplificación del régimen, la ampliación de la base del IVA y la reducción de tarifas en el impuesto de renta. También era partidario de eliminar el impuesto al patrimonio y el 4×1.000 que se cobra a las operaciones bancarias.


Lo que ocurrió fue infortunado para “Carrasquilla”. A pesar de que presentó una reforma muy completa, muy rígida, finalmente no salió adelante pues el presidente empezó a escuchar las preocupaciones de los gremios y de los empresarios. Estaban preocupados por el hecho de que se suprimieran determinados beneficios. De este modo, no fue hasta finales de 2006 cuando el Congreso aprobó la segunda tributaria de Carrasquilla, una reforma que se alejaba por completo de los ideales iniciales del ministro de Hacienda. Debió ser algo de esa distancia la que le llevó a decir adiós a su cargo solo un par de meses después, pues su renuncia llegó en febrero de 2007. En esta reforma se evidenció que la tarifa del impuesto al patrimonio aumentó a 1,2% o que las personas o las empresas podrían deducir 40% del valor de las inversiones realizadas en activos fijos reales productivos.


Lo que resulta motivo de indignación y lo que se expresa en las redes y medios de comunicación en toda Colombia, es el hecho de que “Ivan Duque” haya salido apócrifo, falso, mentiroso, al haber prometido a sus electores durante su campaña hacia la presidencia “NO más impuestos”, recordemos que “Cuando Iván Duque le hacía oposición a Santos dijo que 'No más impuestos'. Y ahora, convertido en el primer mandatario, pretende imponérselos a los pobres y a la clase media, mientras se los baja a los superricos.


En la pasada revisión de los gremios, los empresarios le propusieron a Iván Duque que quienes devengaran desde $1.900.000 pesos, empezaran a declarar renta. “En el país funcionamos al revés. Las empresas tributan fuertemente, pero son muy pocas las personas que aportan”. Esto se trata de un golpe a la clase media, que obliga a más personas naturales del común de bajos ingresos a tributar”.


Sin embargo, una reforma tributaria con estos ingredientes, no es la más conveniente, según los economistas. Bajarles los impuestos a las empresas sí es positivo, lo que no se puede hacer es darle un duro “bombazo” al bolsillo a la clase media, que es la más necesitada a la cual sus ingresos no le son suficientes para una buena calidad de vida. hay que hacer tributar a los más ricos, por medio de mecanismos que han sido satanizados en el país, como los impuestos a los dividendos y eliminando las exenciones tributarias a los grandes capitales, pero definitivamente es un error que rompe el equilibrio imponer cargas tributaria a quienes poseen poco ingreso, esta garrafal equivocación, sin lugar a dudas podría costarle a “Duque” la popularidad heredada de su mentor “Álvaro Uribe”, seria la razón por la cual su posible aspiración a hacerse reelegir a traves de otro candidato que le sirva de "titere"se frustre y se abra la posibilidad de que la “izquierda” tome fuerza en Colombia, ante la decepción que está dándole “Duque” a los Colombianos.


Pero el desatino de “Duque” en Cartagena, fue total al anunciar que está estudiando una terna del partido conservador, debido a que piensa cambiar de alcalde en esta ciudad, lo cual deja ver claramente una mentalidad politiquera, que poco piensa en la conveniencia de los intereses de esta importante ciudad de la Costa Atlántica y revela su afán de satisfacer intereses burocráticos y clientelistas, que a juzgar por sus pensamientos y determinaciones, está por encima de la conveniencia de la ciudad y de los habitantes de Cartagena, ya que no se necesita saber mucho de la cosa política, para poder entender que la idea de remover a la actual alcaldesa de Cartagena, para entregar las riendas a otro mandatario de turno es una determinación errada e inconveniente para la ciudad de Cartagena; Es por esta razón que muchos de los que apoyaron la campaña de “Duque Presidente” sienten vergüenza al recordar que este presidente cuando era candidato, prometió que “no habría más clientelismo”, “ni mermeladas”; Si “Duque” nombra otro alcalde para Cartagena, sería el segundo error grave en su gobierno, lo cual auguraría un mal gobierno para los Colombianos y una verdadera vergüenza para la clase media que defendió a capa y espada su campaña a la presidencia. Ahora, seguro dirán: Caballero se volvió “Petrista”, pero no se trata de tintes políticos, ni ideologías, es lógica simple; La vergüenza no es razón para callar la verdad.





 
 
 

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