INVASORES DE LA ZONA NORTE DE LA BOQUILLA FUERA DEL CONTROL DE LAS AUTORIDADES
- Revista Caribe
- 20 may 2019
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Mas de 300 hectáreas de la Ciénega de la Virgen se encuentra ocupadas por invasores depredadores que no son en su totalidad raizales de la Zona Norte de la Boquilla, sino que son bandas dedicadas a la apropiación ilegal de terrenos de bajamar que se encuentran desprotegidos por los funcionarios y entidades públicas como las INSPECCIONES DE POLICÍA, LA DIMAR, CARDIQUE, LA ALCALDÍA LOCAL Y LA MISMA POLICÍA NACIONAL entre otras entidades, quienes han sido permisivas frente a la actividad de relleno e invasión de la Ciénega de la Virgen, lo cual constituye un grave problema ambiental que amenaza el ecosistema de esta importante franja de manglares.
Los invasores del manglar hace un año bloquearon la vía al mar para exigirles a los gobiernos Nacional y Distrito y al consorcio que opera la carretera que se sentaran a negociar con ellos y que aceptaran sus condiciones. Ellos saben bien que el área que ocupan es fundamental para la construcción de la doble calzada que une a Cartagena con Barranquilla. Los Boquilleros, exigieron unos pagos por hectárea que el consorcio Vía al Mar dijo no estar dispuesto a aceptar.
Los nativos se niegan a recibir casas de interés social en otros sectores de la ciudad, como les ha propuesto el Distrito, porque, aseguran, son “dueños de la tierra y no se van a dejar echar por cualquier cosa”. Esta ocupación ilegal, hoy en día está generando un perjuicio a los mismos habitantes de la Boquilla, ya que en la zona invadida, se hace necesaria la construcción de un retorno que permita el acceso vehicular al corregimiento de la Boquilla, lo cual la concesión vial no ha podido ejecutar debido a la resistencia de las mafias invasoras han hecho al proyecto en asocio con raizales del sector, lo cual ha dado como resultado un perjuicio a la mayoría de los habitantes de la Boquilla y al gremio hotelero que se verá afectado con las medidas improvisadas que se tendrán que tomar para lograr la movilidad en la zona y las cuales no son las mejores, ni las más convenientes.
Estas invasiones se han consolidado en poco tiempo y no solo resultan una amenaza para los recurso naturales, sino que causa inseguridad y una progresivas desvalorización de los lujosos inmuebles que se ubican en exclusivo sector turístico y residencial de la Zona Norte de la Boquilla, es por esta razón que los habitantes del sector reclaman acciones urgente y un compromiso serio de la administración Distrital y de las autoridades competentes, para contrarrestar la desenfrenada invasión de la margen derecha de la Boquilla.
Mientras esto sucede, saltan a la vista de los viajeros las casas de madera y los rellenos en el manglar. Quienes conocen el área dicen que adentro hay más construcciones artesanales, porquerizas y criaderos de peces. Muchas viviendas cuentan con servicio de energía y en estos últimos días la controversial empresa Electricaribe E.S.P. S.A., ha provisto a los invasores de infraestructura eléctrica en detrimento de los intereses de la mayoría de los habitantes de la Boquilla.
Afirman los turistas y moradores del sector que desde que empezaron las invasiones de la margen derecha de la vía se presenta frecuentemente hurtos e incluso se han cometido abusos sexuales a turistas desprevenidas, por la falta de control de las autoridades en este sector de la ciudad.
El abogado y ambientalista Rafael Vergara Navarro, ex director del Ente Público Ambiental y quien emprendió muchas batallas para frenar la depredación de la zona natural protegida, acusa a la Fiscalía General, a la Capitanía de Puerto y al Distrito de Cartagena de ser como la canción de Shakira: “ciegos, sordos y mudos, ante la invasión progresiva de los manglares”.
La ‘urbanización’ de este sistema natural de protección costera ha sucedido, según Vergara, “en las narices de todo el mundo”; enfatiza que lo que hay ahora lo seguirá habiendo, porque el robo de la ciénaga y la destrucción de los manglares continua, “es una invasión infame”.
Lo más preocupante para la ciudadanía de Cartagena es que el alcalde de la Localidad Gregorio Rico, reside en el sector y parece desconocer la problemática, ya que cada día los rellenos e invasiones aumentan sin que ninguna de las autoridades tomen cartas en el asunto, como si tales comportamientos depredadores del medio ambiente y las invasiones de áreas de uso público y los rellenos en bajamar no fuera ilegal. Ya en buena hora el procurador general, ha anunciado una campaña de investigación a los funcionarios públicos que han omitido ejercer sus funciones con relación a esta problemática.
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